Hasta ahora cuando hablamos de barbacoas, nos hemos referido a barbacoas y parrillas fijas, instaladas en algún punto de nuestro jardín o terraza; pero por razones de economía o de espacio puede que lo que necesitemos sea una barbacoa portátil.
Cuando pensamos en barbacoas portátiles nos vienen a la cabeza esas barbacoas endebles que se montan con cuatro tornillos pero no es así, existen barbacoas portátiles muy completas y resistentes, que no tienen nada que envidiar a cualquier barbacoa fija.
Este tipo de barbacoas son ideales para jardines pequeños, terrazas, áticos y cualquier lugar donde podamos disfrutar de un día al aire libre por pequeño que sea, ya que después se recoge y no molesta hasta su próximo uso.
Existen dos tipos de barbacoas portátiles, las de carbón y las de gas.
Las de carbón funcionan igual que una barbacoa fija, es necesario crear un fuego que caliente las brasas sobre las que vamos a cocinar.
Barbacoa de carbón
Por su parte las barbacoas portátiles de gas precisan de una bombona como fuente de alimentación. En este tipo de barbacoas, generalmente, el fuego a gas calienta unas piedras cerámicas que son las que funcionan a modo de brasa. Aunque en estas barbacoas también es posible encontrarnos con hornillas de gas, como en las cocinas tradicionales.
Barbacoa de gas
En ambos tipos de barbacoas podemos encontrar modelos más o menos complejos. Algunos combinan una zona de parilla de hierro con otra de plancha de piedra (en otros casos son piezas intercambiables). También cuentan con gran cantidad de accesorios, tales como asadores a motor, grills, kit de brochetas, etc. Muchas incluso, cuentan con una cúpula metálica que se baja para utilizar la barbacoa a modo de horno.
Barbacoa de gas con cúpula a modo de horno
Existen modelos más complejos todavía, en el que la barbacoa portátil se combina con un horno exterior, proporcionándonos así una cocina completa que se puede situar en cualquier punto del exterior.
Horno portatil con barbacoa incluída.
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